Cuando nos iniciamos en la meditación a muchos les resulta dificil cerrar los ojos y silenciar sus pensamientos, se cree que tan solo con quedarnos en posición meditativa ya estamos haciendo meditación, inclusive se recomienda que para meditar simplemente es hacer nada, solo observar. Parece un problema demasiado complicado el de "silenciar nuestros pensamientos o apagar nuestra mente". Sin embargo, la solución puede ser muy sencilla.
¿Podemos ser testigo de nuestros propios pensamientos?
Observar, presenciar, estar alertas, parecen palabras demasiado simples para resolver la complejidad de la mente. Millones de años de herencia, tradición, condicionamientos, prejuicios....¿cómo van a desaparecer observando y nada más?. El punto es que no necesitamos que desaparezcan. Entonces... ¿cómo hacemos? .
Osho nos relata una antigua metáfora en "La Pasión por lo imposible" que me sirvió mucho en mi aprendizaje para experimentar al "testigo de mis pensamientos" y fortalecerlo como el "observador presencial" de lo que ocurre en mi mente.
Si están encendidas las luces de la casa, los ladrones no se acercan a esa casa, sabiendo que el dueño está despierto. Cuando las luces están apagadas, los ladrones se sienten atraídos hacia la casa. La oscuridad es una invitación para ellos. Lo mismo sucede con nuestra mente, si no observamos lo que atraemos con nuestros pensamientos, imaginaciones, sueños, angustias; entonces, seguirán llegando más y más. Si el testigo está allí, el testigo es casi como la luz; los ladrones se dispersarán. Pero si los ladrones descubren que no hay testigos, llamarán a más ladrones. Leer más
Se trata de un fenómeno tan sencillo como la luz. En cuanto llevas luz al interior, desaparece la oscuridad. La presencia de luz es la ausencia de oscuridad y la ausencia de luz es la presencia de la oscuridad. La presencia del testigo es la ausencia de la mente y la ausencia del testigo es la presencia de la mente. Es así como en el momento que empieces a observar tu observador se irá fortaleciendo lentamente y tu mente se irá "debilitando" lograrás dominarla, el testigo te habrá ayudado en esa tarea inicial.
Necesitas ser paciente y estar alerta porque en el menor descuido (por ejemplo, dejar de meditar) los pensamientos reaccionan y nuevamente pugnan por recuperar su lugar de dominio frente al testigo.
Presenciar, ser testigo es el método para alcanzar la "no mente".
Recurso recomendado: Meditaciones Guiadas
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