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martes, 8 de enero de 2013

Disminuyendo el Karma


Generalmente la vida te da donde más te apegas. El apego energéticamente hablando, es intentar detener el flujo de energía. Tan inútil como detener un arroyo de agua con la mano. El dinero es energía, las personas que amamos y también las que no perdonamos, odiamos, criticamos y rechazamos son energía. Las personas y eventos del ayer que a veces no queremos soltar también son energía. 

Todo es energía y como tal debe fluir. Pero el ego que vive en nuestra mente y que forma parte de nuestra identidad quiere controlar todo, manejar todo, cambiarlo todo y retener todo lo que le es conocido, familiar, cómodo o que supuestamente es tuyo. Ese viejo hábito de apego a todo lo que conocemos y sentimos nos genera ansiedad, tristeza, temor, ira, celos, depresión ósea sufrimiento. 

Pero si no dejas que fluya la energía, esta se va a acumular y como un globo en algún momento se va a soltar o reventar y eso te va a producir más sufrimiento del que ya te generaste por intentar retenerla. A veces te avisa de a pocos, con pequeñas señales que a veces uno no quiere ver, tal vez porque lo que hacemos o pensamos nos gusta o nos hace sentir seguros más que lo que nos conviene. 

La sabiduría esta en darse cuenta a tiempo que cuando intentamos apegarnos o nos estamos apegando a algo o a alguien , es el momento de soltar, dejar ir, aceptar, perdonar y amar sin condiciones. La práctica diaria del desapego no asegura que no sufras pero sí que sufrirás menos ,cada vez menos. 

Para practicar el desapego debes renunciar diariamente a criticar, molestarte, resentir con la razón o sin ella. Pues estos estados lo único que hacen es que te apegues más a lo que no te conviene o no quieres. Debes renunciar diariamente a cambiar o a mejorar a los demás, sobre todo a tus seres más queridos y próximos. 

Recuerda que a pesar de tu buena intención, cuando intentas cambiar o mejorar a tu pareja, no le estas comunicando que la quieres sino todo lo contrario, que no la aceptas ni la amas. Debes tener presente que por más que tus creencias o hábitos te digan lo contrario , no es tu deber educar o mejorar a tu pareja sino amarla sin condiciones. Algunos se dirán "bueno ya, con la pareja lo hago";  pero también se preguntaran, ¿pero si no se hace eso de criticar, cómo se va a educar a los hijos?. 

Tampoco educar a los hijos es criticar ni compararte con ellos ni mucho menos compararlos con otros, pues eso lo único que hace es minar su autoestima lo que determina que tan bien o que tan mal se van a tratar cuando sean adultos. Se enseña mas con el ejemplo que con lo que se dice y lo que se dice debería ser mas exhortación, motivación, empoderamiento y en todo casi si no se puede dejar de criticar, hay que criticar menos, cada vez menos. 

El desapego con los hijos también da excelentes resultados. No es intentar controlarlos u obligarlos a hacer lo que queremos ya sea para protegerlos o educarlos . Soltar el control y el temor de que les pase algo malo también funciona. En su momento debemos soltarlos poco a poco para que hagan sus vidas , cometan sus propios errores y aprendan de ellos. 

Lo que nos toca a nosotros como padres, es prepararlos para que solos enfrenten la vida. La sobreprotección y el autoritarismo no es más que el apego disimulado y solo genera más problemas en vez de disminuirlos. En lo que a respecta al dinero este debe fluir sin resistencia. 

Debemos pagar nuestros compromisos a tiempo o renegociando tiempo y pagar con amor y satisfechos de que estamos cumpliendo un importante rol en el Universo para que los demás puedan también ser felices y prósperos. Deseándoles genuinamente a los demás ´prosperidad también la generas para ti. 

El agradecimiento diario también nos ayuda a multiplicar nuestros bienes e ingresos. Sentirnos satisfechos con ellos Y a no apegarnos a ellos. Nos ayuda a no engrandecernos ni a valorar a los demás por lo que tienen. Es necesaria su práctica constante. Pues el ego siempre quiere mas y tiende a comparar. 

El trabajo comunitario o el apoyo a los demás, nos ayuda a salir de nuestro ego. A entender que no somos los únicos que tenemos alguno que otro problema. No sobre-dimensionemos nuestros problemas ni pensemos que somos los únicos que los tenemos. Apoyemos a los demás a solucionar los suyos, mas no les solucionemos sus problemas pues así solo interferimos con su evolución. 

El Universo siempre nos agradecerá este noble trabajo y nos pagara abundantemente. Es una ley matemática. 

Escrito por Oscar Paredes Morales

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