Cuenta la historia que en una escuela alemana un profesor intentaba demostrar ante sus alumnos que Dios es malo, "se los voy a probar" dijo, argumentando que "si Dios existe,entonces él es malo. ¿Creó Dios todo lo que existe? si Dios creó todo entonces, también creó el mal, lo que significa que Dios es malo": en ese momento, un alumno, pequeño y que se sentaba atrás, lo interrumpió y le preguntó:
"Perdón profesor, ¿existe el frío?", el profesor sorprendido le re-preguntó al alumno: "¿qué clase de pregunta es esa?. por supuesto, claro que sí existe.¿Acaso nunca han tenido frío?".
El pequeño alumno, muy seguro de sí mismo respondió: "De hecho profesor, el frío no existe. De acuerdo con las leyes de la Física lo que consideramos como frío, es en realidad la ausencia de calor".
Para luego seguir preguntando al profesor que se encontraba absorto, en total silencio, "¿profesor, la oscuridad existe?". El profesor replicó: "Claro que sí existe".
Ante la sorpresa de todos los alumnos y del mismo profesor, el alumno refutó: "Usted está equivocado profesor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad la ausencia de luz. Nosotros podemos estudiar la ausencia de luz pero no la oscuridad. El mal tampoco existe, es igual que la oscuridad y el frío. Dios no creó el mal. El mal es el resultado de lo que sucede cuando el hombre no tiene el amor de Dios en su corazón".
El alumno de la metáfora se trataba de Albert Einstein (1879-1955) cuando cursaba sus estudios de Primaria.
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