Todos los símbolos de la Navidad cuentan la historia de nuestra propia luz en el Belén de nuestro corazón. El árbol entre otras cosas representa al buen maestro interior, realizado y dando frutos.
Por eso, el periodo navideño se vive mejor si recordamos de vez en cuando que es sobre todo una celebración íntima, con los demás y con nosotros mismos. Es mejor no estresarse y bajar de revoluciones, sentarse en la alfombra a "estar" y jugar con los niños, a "estar" y tomar sin prisas un chocolate caliente con la abuela, a "estar" y centrarse en lo que nuestras manos hacen, ayudando en la cocina, conversando.
"Estando de verdad" los momentos destilan licores para el corazón. Procuremos estar de verdad en el momento en estos días y los viviremos con más intensidad, felicidad y satisfacción.
Estos días se van a agitar muchos temas familiares, abiertamente o solapadamente.
¡Prepárate y aprovecha las oportunidades! Mira y apóyate en tu interior en esta época en que demasiadas personas se llenan de ansiedad por cómo y qué comprar para las celebraciones y los regalos. Se avecinan reuniones y ágapes. En alguno "habrá que" dar besos o conversación a allegados o personas del trabajo que nos resultan pesados, desagradables e incluso insufribles.
Cuando notes que te angustias, porque no puedes comprar todo lo que te gustaría o que te vas a encontrar con cierta persona, o que crees "debes" llamar a tal o cual y no te apetece nada, recuerda: respira hondo varias veces, toma distancia y céntrate.
Tienes valor propio no necesitas demostrarlo.
En lugar de ponerte triste por la presunta falta de algo, dale la vuelta al tema y dentro de ti grita con excitación:
¡Yehhhhh una oportunidad ideal para entrenar los músculos espirituales!
Pon la mente en punto muerto, vuelve a tu centro, da un paso emocional hacia atrás, mira las cosas y la gente desde dentro, sospecha que hay algo perfecto en todo esto, una oportunidad de despertar y de crecimiento,
probablemente esa persona que te incomoda te está ofreciendo sin saberlo la ocasión de conectar con algo olvidado, reprimido o bloqueado dentro de ti y así puedas liberarlo en paz y amor.
De corazón les deseo a todos recorrer estas fiestas con amor, alegría y compañerismo, estando presentes en cada instante, compartiendo, aprendiendo sin forzar, sin expectativas.
Un regalo de crecimiento y libertad te espera oculto en cualquier circunstancia.
¡Mucha Luz para ti en ésta Navidad!
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