Como podemos realizar cambios en nuestra vida

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La vida como un sistema

La idea central de este post es que los cambios empiezan con los pequeños pasos bien dirigidos y que paradógicamente son el orígen de los grandes avances, ya que evitan los efectos perversos producidos por las resistencias o regresiones debidas a pasos demasiado grandes.

Es como la pequeña ola que crea la más suave brisa y se propaga por toda la superficie del agua, el más pequeño cambio que se produzca creará siempre -como una onda-  efectos en otras partes del sistema.

Sin embargo, puede ocurrir que se operen cambios sin producir la evolución del sistema lo cual significa que las acciones han estado destinadas a la permanencia del sistema.

Antes de continuar debo hacer hincapié que todo sistema vivo, humano o social, se rigen por dos tendencias fundamentales: una que va hacia la evolución y otra que avanza hacia la homeostasia.

Imaginemos pues, que nuestra vida es un sistema, donde se combinan varias áreas que operan como sub-sistemas, pareja, familia, finanzas, recreación, salud, etc. (si lo vemos en la forma de la "rueda de la vida" es muy ejemplificador) identificamos las áreas donde necesitamos trabajar, ya sea porque hay contracción o caos y hay hechos que reproducen más de lo mismo, entonces requerimos ser innovadores y transformar el malestar en el que estamos viviendo en un espacio de bienestar y de plenitud que son los momentos de expansión del que hablábamos en el articulo anterior, dando paso a la evolución.

Diferente es cuando el cambio genera condiciones para mantener la situación requiriendo adaptarse a dichas condiciones para a partir de ahí producir un cambio progresivo, poco a poco, paso a paso, ya sea porque el momento de quietud genera una "zona cómoda" e impide ver nuevas posibilidades o porque se corre el riesgo que del momento de expansión se pase aceleradamente al caos o a la contracción por los efectos de resistencia o regresivos del que comentábamos lineas arriba. Esta es otra manera de desencadenar el cambio evolutivo vía la homeostasis, dependerá de una elección de las personas, de todos sus recursos presentes,  pero además, de su voluntad irreductible de llevarla adelante, de su compromiso para consigo mismo.

Sin embargo, hay algo que queda claro, que el respeto y valoración de la persona y de sus sistemas dinamizan sus posibilidades de evolución, esto es una paradoja, porque, es en el momento en que uno se acepta a sí mismo y en que se siente aceptado cuando se está preparado para cambiar.

Provocar un cambio no consiste en intentar eliminar sus disfunciones, sino en descubrir las funciones útiles para a continuación explotarlas en la persecución del cambio. Enfocarse en lo que "le funciona" a la persona antes de lo que "no le funciona". Entonces ocurrirá que los recursos y las capacidades de la persona se podrán movilizar fácilmente para alcanzar el estado deseado.

Por eso es que el cambio es eminentemente paradógico.