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martes, 28 de agosto de 2012
Prestamos de Amor
Aunque siempre viviste con préstamos de amor, por cuenta ajena,
tú también necesitas mirar alguna vez la luna llena a través de los árboles;
perder el poco tiempo que te queda
buscando esa palabra que significa todas las respuestas.
Te hace falta un milagro,
pero ¿en brazos de quién,
qué primavera vestirá lo desnudo de esas cuatro paredes que te encierran?
Tú también eres noche, ardiente oscuridad.
Un hombre llega tan sólo para darte esas buenas razones de su ausencia.
No hace falta que pidas más préstamos de amor
a quien se acerca procurando, inmutable,
que no termines de pagar tu deuda.
María Sanz (Sevilla)
Tomado del Blog Emma Gunst
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