Esta es la historia de Jessica Chang contada para Interbank, es una historia de éxito que deja lecciones de vida, sencilla y honesta; luchadora y amorosa que hizo lo necesario por salir adelante y cumplir su sueño...salir de la pobreza...ahora esta historia la comparto para los amigos de Caminos de Vida.
"Desde que era pequeña soñaba que al ser mayor tendría un buen trabajo y podría sostener a mis padres y darles una buena calidad de vida, recompensándolos por todo el esfuerzo que ellos habían invertido en mí y en mi hermana. No teníamos para comprarnos lujos ni juguetes ni ropa de moda. Pero con mucho esfuerzo y sacrificio mi madre nos dio una educación en un colegio privado muy bueno.
A veces no teníamos para ir a las excursiones que el colegio organizaba, pero aún así mi hermana y yo éramos felices. Entendíamos que no podíamos hacerlo porque no teníamos dinero. Mi hermana y yo nos llevamos un año, ella es la mayor, así que todo lo que no le quedaba (zapatos, uniformes, buzos, etc.) lo heredaba yo.
Cuando salí del colegio lo primero que hice fue ponerme a trabajar mientras juntábamos para ingresar a la universidad. Trabajé vendiendo kerosene, atendí en una librería, digité trabajos a computadora, cualquier trabajo honrado que se presentara lo asumía con responsabilidad, mucha dedicación y esfuerzo. Me desempañaba bien para que mis jefes se sintieran contentos con mi trabajo.
Ingresé a la universidad a la carrera de odontología y mi hermana en la de farmacia, ambas costosas, pero aún así seguimos adelante. Cuando ingresé a la universidad no dejé de trabajar. El primer año no es muy fuerte, así que trabajabé digitando trabajos a computadora.
Un día llegó una señora muy amable para que le digitara unas cartas. Ella vio que manejaba la computadora bien y que podía escribir más de 100 palabras por minuto. La señora me comentó que se estaba abriendo una empresa llamada Agrokasa y quedaba camino a Santiago. Me preguntó si me interesaba trabajar para ella, para que la ayudara a tipear cartas, memos, etc. Yo acepté la proposición.
Mis papás al principio se preocuparon porque pensaron que iba a dejar la universidad, pero no fue así. Trabajaba y estudiaba a la vez. Mis compañeros de clase me pasaban la lista de los trabajos que tenía que presentar.
Cuando ingresé a Agrokasa tenía 18 años, me pagaban por un recibo de caja 200 soles mensuales y era feliz. En ese tiempo el gerente general, el Ing. Oscar Camino, fue flexible con mi horario laboral, con la condición que cumpliera mis obligaciones. Este me permitió estudiar.
Desde los 18 hasta los 20 años me estuvieron pagando con un recibo por caja chica porque estaba como practicante. Tres años después me pasaron a la planilla de Agrokasa como obrera. Luego me pusieron en la planilla de `empleados de confianza´ con contrato indeterminado.
Al estar en la planilla de Agrokasa me depositaban mi sueldo en Interbank. El banco te ofrece muchos beneficios cuando te depositan tu sueldo allí. Mientras, yo seguía estudiando. Años después terminé mi carrera de odontóloga y saqué un préstamo en el Banco.
Con el préstamo que me otorgaron monté un consultorio. Atiendo el consultorio por las tardes. En la mañana trabajo en Agrícola Andrea SAC. Tengo 16 años de experiencia trabajando en empresas agroexportadoras.
Ustedes se preguntarán ¿qué tiene que ver las Agroexportadoras con la Odontología? Ni yo misma lo sé. Pero me siento bien. El tiempo y esfuerzo que invertí rindieron sus frutos. Ahora le puedo brindar a mis padres todo lo que necesitan y ellos me siguen dando su amor. Mi hermana está próxima a casarse.
Esta es mi historia. Siento que mis sueños se han cumplido."
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