Todos somos Uno. Cuando abrazas a alguien, te estás dando afecto. Cuando alientas a alguien, te estás empujando a seguir. Cuando felicitas a alguien, te estás reconfortando. Y cuando insultas, agredes, lastimas, te estás insultando, agrediendo, lastimando. Estamos enseñados en la separación, y es eso lo que hemos aprendido.
Pero todos somos parte de lo mismo. Nuestras historias, nuestras vidas, nuestro Ser, se entrecruzan, se mezclan, se unen. Cada vez que mires a alguien, que le hables, que pienses en el, recuerda: Te estás mirando, te estás hablando, te estás pensando. Así que mírate, háblate, piénsate como querrías que lo hicieran contigo, porque justamente eso será lo que estés haciendo.
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