Raúl Vargas Chirinos |
Hoy quiero contarles algo sobre mí. Es impresionante cómo después de tantos años se sigue descubriendo cosas de uno mismo, a veces están tan profundas que cuando salen a la superficie te asustas hasta que poco a poco aceptas y te adaptas a la nueva situación.
Hace años que vivo solo. mis hijos viven con su mamá; al principio no fui consciente de "vivir solo"...recuerdo que odiaba los feriados porque no había el pretexto del trabajo. Una vez un amigo me dijo: "vivir solo es dificil, pero tener un trabajo ayuda", con el tiempo me di cuenta que era la excusa perfecta para evadir sentir el dolor y el miedo de sentirme solo...nosotros hemos sido educados para producir, pero no para vivir.
Les confieso que no era consciente de esa sutil diferencia entre "estar solo" y "sentirse solo". Estar solo es una elección deseable, sana; todos hemos pasado por ésta decisión de distanciarnos para establecer un equilibrio porque los demás nos ayudan a realizarnos y cada uno de nosotros a su vez necesita su propio espacio, para auto-realizarnos, reflexionar, meditar, crear, soñar, reconocer nuestro cuerpo como nuestra identidad...todo eso lo hacemos solos y no acompañados.
Entender este equilibrio es vital, porque el disfrute de la vida comienza por disfrutar de nosotros mismos. Si este balance se desequilibra perdemos perspectiva, sentido del resto y corremos el riesgo de extraviarnos en el camino...
Sentirse solo es una sensación de exclusión, de impotencia donde no logras entender lo que está pasando y cómo hacer frente a eso. El núcleo de sentirse solo es No saber lo que quieres...
Aparece el miedo a lo desconocido, a la incertidumbre, al dolor.
Reaccioné generando apegos, presté dinero cuando no debí prestar; me relacioné con una mujer de quien me obsesioné y me enganché a situaciones negativas que me crearon mucha ansiedad, perdí mucho dinero en todo ese tiempo y lo más importante ¡perdí tiempo!.
Hay que saber identificar cuando se rompe este fino balance, este sutil equilibrio porque si fuera así, necesitamos reconciliarnos con nosotros mismos y desarrollar dos factores básicos: Respeto y Dignidad. Saber tomar decisiones y madurar nuestra soledad es aumentar nuestra autoestima.
Desde que aprendí a identificar este balance tan fino y especial de mi vida, tracé un plan donde está lo que quiero y también lo que no quiero...Caminos de Vida es parte de mis sueños, de mi propósito...de ayudar a que las personas sean libres, que rompan las cadenas de su propia esclavitud y de motivarlas a ser cada vez mejores personas.
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